El concepto de «Hospital Líquido» se basa en la idea de que los entornos de salud deben ser flexibles y adaptables para satisfacer las necesidades cambiantes de los pacientes y los avances tecnológicos. Desde un punto de vista técnico, esto implica la implementación de sistemas y procesos que permitan una rápida reconfiguración y optimización de los recursos hospitalarios, así como la integración de tecnologías innovadoras para mejorar la eficiencia y la calidad de la atención médica.

Ante esta premisa, los objetivos del taller han sido los siguientes:

• Explorar tanto la viabilidad como las oportunidades de integración de tecnologías avanzadas, como la telemedicina, la realidad virtual y los dispositivos de monitorización remota, para mejorar la eficiencia y la calidad de la atención sanitaria.
• Abordar esta cuestión desde el punto de vista de los trastornos musculoesqueléticos, analizando enfoques innovadores para fomentar la participación activa de los pacientes en su rehabilitación y seguimiento clínico.
• Fomentar la colaboración entre empresas y profesionales del sector salud, estableciendo los vínculos necesarios que permitan proponer soluciones innovadoras que aborden las necesidades identificadas y promuevan la transformación de los entornos de salud hacia un modelo más líquido y centrado en el paciente.

A continuación, destacamos algunas de las conclusiones que se extrajeron del taller:

• Se ha puesto en valor la viabilidad y potencial transformador de las innovaciones asociadas al concepto de «Hospital Líquido» en el sector salud.
• Se reconoció que la integración de tecnologías avanzadas, como la telemedicina, el Internet de las Cosas (IoT) y el análisis de Big Data, permite una atención médica más accesible, personalizada y eficiente. No obstante, también se subrayaron desafíos críticos, como la necesidad de sistemas de seguridad y privacidad de datos, la formación continua de los profesionales de salud en el uso de estas tecnologías y la adaptación de infraestructuras hospitalarias existentes.

En resumen, mientras que el «Hospital Líquido» presenta oportunidades significativas para mejorar la experiencia y los resultados de los pacientes, su implementación requiere una colaboración estrecha y coordinada entre todos los actores involucrados, además de un compromiso constante con la innovación y la calidad en la atención sanitaria.